Los Quehaceres

5 de septiembre de 2022

Pastor Camilo López

Tiempo de lectura: 4 min

Sin duda muchos de nosotros vivimos el día a día con muchos quehaceres pero eso no significa que no podamos profundizar en cuáles quehaceres tal vez enfocarnos para acertar mejor dentro de una vida con propósito y no meramente una vida rutinaria. Por ello, vamos a ver 3 quehaceres esenciales que nos van a ayudar a edificar mejor siempre nuestras vidas.

1 Quehacer esencial: practicar la palabra de Dios: esto lo podemos extraer de lo escrito en Santiago 1:22-25
San Lucas 10:25-37. De tal manera que de este pasaje podemos deducir que un buen quehacer es confrontar cuando logramos discernir la verdadera intención del corazón cuando tal vez se nos acercan personas que dicen saber de la palabra de Dios pero no mueven un dedo para servir a otros. Esto sería un balance justo en el quehacer de Jesús: no condenó al hombre que le hizo la pregunta, sino que el mismo Jesús se tomó el tiempo para detenerse, responderle y re-enfocar al que sabía pero no ejecutaba la acción de la palabra de Dios.

Así podríamos aprender mucho a día de hoy, cómo Jesús a pesar de su atareada agenda, se detuvo más que para responder la pregunta mal intencionada, lo que estaba haciendo Jesús era un quehacer intencional. Estaba dando ejemplo a sus discípulos de cómo responder cuando le tocara a ellos, sin dejarse ni distraer ni arrastrar por mala intención del corazón interlocutor.
El primer quehacer esencial es practicar la palabra De Dios: el perdón, el orar, el congregarse, el servir, esto es lo más básico para un hijo de Dios pero no viene mal recordarlo.
2 Quehacer esencial: poner en orden las prioridades.

S. Lucas 10:38-42. En otras palabras: Jesús le está mostrando que la prioridad es la comunión con Él, que hacer cosas aún para él. Jesús dio ejemplo de ello y lo vemos en S. Marcos 1:32-39.
Querer emprender mucho quehacer sin primero establecer mi comunión personal con Jesús no es un buen proceder. Ningún extremo es bueno: si solo me quedo contemplativo como María pero luego no hago nada, vuelvo al mal quehacer del punto anterior: oidor y no hacedor. Pero una vez entiendo que debo ser también hacedor debo antes de ello practicar la intimidad con Dios antes del quehacer que tendrá que ver más con su voluntad. Así aprendemos que aún las cosas cotidianas y caseras no nos van a entorpecer el quehacer que sí es importante.

3. Quehacer esencial: No olvidar lo importante. Por supuesto que lo urgente es urgente, pero no todo el tiempo es así. Hay un tiempo para todo lo que se quiere debajo del cielo dice Eclesiastés. De hecho, en el capítulo 11 de Hebreos se menciona que los héroes de la fe ni siquiera recibieron lo prometido sino que caminaron sobre esta tierra saludándolo de lejos. Pero eso tampoco significa que caminemos de forma dejada o descuidada acerca del quehacer que sí es importante practicar todos los días.

Miqueas 6:8
Hacer lo correcto: si no hay convicción de lo incorrecto primero pues mal vamos. El Espíritu de Dios es quien nos convence de ello, ese es su trabajo, pero el mío será hacer lo que Él pone para hacer. A veces es un sencillo pedir perdón, o restituir a alguien, a veces puede ser incluso callar y solamente escuchar.

Amar la compasión significa poner en práctica amar al prójimo como lo mencionamos con la historia del buen samaritano.
Caminar humildemente con nuestro Dios. No somos sabelotodos. Él sí lo sabe todo. No somos todopoderosos, Él sí lo es. Así que la soberbia de querer vivir en esta vida queriéndole dar la espalda a Dios, no es un estilo de vida sensato de cara a una eternidad, sea quien seas.

Dios nos tiene que confrontar muchas veces cuando sabemos y no hacemos, o cuando hacemos y no le reconocemos primero, y nos re-encamina por si nos distraemos.