Una familia ejemplar

16 de noviembre de 2022

Pastora Michelle Cevallos

Tiempo de lectura: 3 Minutos

Originalmente la familia fue diseñada por Dios para ser el lugar donde pudiéramos nacer, ser amados y cuidados en un ambiente seguro, donde también pudiéramos ser equipados para un día formar nuestra propia familia y cumplir con la voluntad de Dios generación tras generación; lamentablemente a causa del pecado cada vez las familias están más lejos de ese plan original.

Pero Dios planeó un rescate, una solución al pecado, una solución para todas las familias de la tierra que así lo quieran y esa solución es la persona de Jesús, el Hijo de Dios, que vino a reconciliarnos con el Creador.

La biblia nos enseña cómo debe ser una familia cristiana que se propone honrar a Dios en su hogar y uno de esos pasajes está en 1 Timoteo 3: 1 – 14, donde el apóstol Pablo escribió al joven Timoteo que quien aspire tener responsabilidades dentro de la iglesia o quiera supervisar a otros discípulos de Cristo, debería ser alguien ejemplar en su propia casa, en sus relaciones con Dios, con su familia y con los que no fueran creyentes; pero estas características deberían ser el distintivo de todas las familias que sigan a Cristo y no sólo de sus líderes.

Así que este mensaje es para ti también, aunque no aspires una posición de responsabilidad en la iglesia o en otro lugar, es la voluntad de Dios que tu vida sea de buen ejemplo, que seas responsable del bienestar de tu propia familia, y coseches las bendiciones que ello trae. Es el deseo de Dios que quienes son sus hijos por la fe en Jesucristo, mostremos al mundo que los diseños de Dios funcionan y que la paz en el hogar es real cuando Dios está entre sus miembros.

1.- En la relación con Dios:
Hemos de amar sólo a Dios. Que nuestras fuerzas, tiempo, dinero, capacidades, y decisiones estén rendidas a su voluntad y no al dinero, al trabajo, ni a ningún otro dios de este mundo. Trabajar está bien pero no debe robarnos nuestro tiempo con Dios ni con nuestros seres queridos, el trabajo no debe ser un impedimento para estar con Dios, para servirle ni debe impedir que discipulemos a los miembros de nuestra familia.

2.- En la vida personal: Todos debemos esforzarnos por desarrollar el carácter de Cristo que incluye: control propio, vivir sabiamente, ser generoso (recibir visitas y huéspedes), capacitado para enseñar y para ello necesitamos que el Espíritu Santo trabaje en nosotros. El apóstol Pablo menciona además el no emborracharse, no ser violento, amable sin
buscar pleitos, maduro en la fe, sin orgullo, que no calumnie ni critique a nadie.

3.- Con los de su hogar: Fidelidad en el matrimonio, dirigir bien a su propia familia, suplir las necesidades.

Cuando tengo una íntima relación de amor y obediencia con Dios, cuando me rindo ante mi Señor y pido ayuda al Espíritu Santo para que mi carácter sea transformado a semejanza de Jesús, cuando me esfuerzo por darle a mi familia lo que Dios me demanda, sólo puedo caminar cada día con creer que estoy sembrando sabiamente, cada decisión y cada esfuerzo por mejorar mi relación con Dios, conmigo mismo y con mi familia redundarán en una familia ejemplar, que le da la gloria a Dios.

Escucha el mensaje completo de esta enseñanza y cree que con la intervención de Dios tú también puedes tener una familia ejemplar.